Memoria en vena
he gritado al cielo tu nombre
que con garras de alimaña vieja
me ha devuelto tu cuerpo sin molde.
Que recogerlo del suelo he tenido
para poder enterrar en la memoria
los sarcarmos que recorren mis venas
y acabar con esta falsa creencia
de que tras los pinchazos
se cubren de callos las penas.
Que esconderlo en la arena he querido
para poder olvidar en el recuerdo
los momentos que encuentran tristeza.
Y terminar con esta maldita entereza
que tras los otros abrigos
me cubren de pena las venas
y poder enterrarte en mi olvido.