Me pides que construya puentes,
que entregue mi voz más grave
a los pozos abandonados de la noche,
que barra temblores para dentro,
que me adentre en la profundidad de la mina
guiado tan solo de tu mano
asegurandome que afuera nos espera
un coche negro con el motor encendido.
1 comentarios:
En Sevilla aquella vez en la fuga ya me encantaste. Y aún así, cada vez escribes mejor...
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