jueves, octubre 13, 2005

pegados

Hay sembrado en el cielo
un aroma agridulce de hielo.
Y lamiéndome,uno a uno,
me chupé los dedos.
Y mirando hacia abajo
vi de nuevo el puto infierno.
Por que me muero.
Por que lo se.
Por que lo siento.
Y con la lengua pegada a ello
me quedé muerto.

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