viernes, junio 09, 2006

No lloremos a las puertas de balcones ya cerrados
ni acunemos a los muertos olvidados entre brazos.
Dejemos que los ciegos nos encuentren con sus manos
y muramos de placer en el intento.

No bailemos a los vientos de parajes ya quemados
ni aguantemos a los vivos encerrados entre rezos.
Dejemos que los sueños nos despierten consumados
y muramos de placer por un momento.

No bebamos un tequila a palo seco
si no un cubata entre amigos viejos.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Lo has clavado. Este poema es una flecha en lo cierto.

12:24 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una sugerencia. Como verso final, creo que gana mucho si cambias el "amigos viejos" por "viejos amigos".

7:54 p. m.  

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