martes, febrero 14, 2006

LOS NOMBRES POR SU COSA

Serán lágrimas inversas
que se guardan en cajas
las que rompen silencios
en las noches ruidosas de las almas.

O será el deseo inmoral
que por alimentar el placer
nos llevará como zombis a la calle
para follarnos a las putas de la noche.

Para cuándo el perdón
del mejor deseo lascivo
de querer comerme sin pan y con vino
a la mujer del jefe,amigo o vecino.

Somos vigilados por el ojo
y queremos ser perfectos
de cara al escaparate de lo nuestro.

Pero entre cortinas
deseamos perdonarnos por el gusto
de clavarle a la carne ese cuchillo,
de dejarnos la cara amoratada
por los besos de lo prohibido,
y bebernos la última gota de sangre
que encontremos en recuerdos ya vividos.

O por llorar la pérdida de lo que nunca tuvimos.
O por fumarnos en un cigarrillo liado
cualquier sustancia encontrada en un bolsillo
que nos haga olvidar que estamos vivos
y que en cualquier momento
sonará una voz como en un cuento
que nos susurre al oído:
"estás nominado, amigo".

Por qué buscar trabajo a la pereza
si nace de nuestro instinto más salvaje.

Por qué mirar de reojo y con envidia
a la inocencia cuando cumple los cuarenta.

Para qué rellenar de cremas y ungüentos
las arrugas de las tetas
si ya dieron de mamar en su momento.

Qué más da la 40 que la 30
si la cuestión es meterse en un vaquero
y que el culo provoque lo que yo quiero.

Para cuándo saludarnos por la vida
con las manos en los bolsillos
con un simple "qué hay de nuevo,amigo"
sin arrastrar a la maldita hipocresía.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Ya se te echaba de menos.

7:41 p. m.  

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