con mucho hielo.
cuando bebo whisky
en el bar de la carretera,
mi cabeza estalla y se transforma
en un poema en carne viva,
en una ciudad llena de explosivos,
en una pareja de amantes ensangrentados
por mandíbulas atiborradas de pasion.
cuando bebo whisky
en el bar de la carretera.
mi alma vuela libre
sin virulentas ataduras,
y sigue soñando y sigue viviendo,
y sigue preguntándose por qué
los gatos maúllan en la noche.
cuando bebo whisky
en el bar de la carretera
mi aliento de lobo golpea
los pilares que continuaran en pie,
para seguir creyendo y esperando
para seguir agonizando,
aunque tan solo se trate de una ilusión
de vasos rotos.
al final
aun sigue siendo agradable
ser un ladrón de palabras inflamadas.
22-04-2005